Hoy quise dormir rápido, soñé aprisa para alcanzar al amanecer, para abrir las ventanas y sentir el olor fresco a libertad matuntina cuando aun no asomen los primeros rayos de sol. Dormí rápido porque quería ser la primera en leer los periódicos, en escuchar la noticia, en ver las televisiones. Con los ojos entreabiertos veía pasar las gentes acelerando sus vidas, las madres rentabilizaban los cuidados y mimos a sus hijas, las amantes exprimían sus caricias sacándoles todo el néctar, las adolescentes coreaban horizontes con un cigarrillo a medias, aquellas borrachas anónimas escondían sus botellas en el zaguán del futuro, las abuelas, algunas, la mayoría, rezaban lo que sabían, las ricas compraban ilusiones por doquier y las pobres pedían por las calles lismosnas de suavidad, las presas limaban las rejas del olvido y planeaban la huída de su memoria, las locas montaban en cólera al mencionar la cordura, las políticas hablaban miel y limón para hacerse comprender, las homosexuales desde el tren de la bruja animaban a las heterosexuales a abandonar el andén ...con los ojos entreabiertos vi a las mujeres pasar, la prisa las merecía, antes de que brille el día desayunarán sin clases zumo de ternura, café negro solidario y tostadas de igualdad.
